La bioclimatización industrial: del lujo a la necesidad.
La expansión de los enfriadores evaporativos en la Comunitat Valenciana
Los primeros enfriadores evaporativos para bioclimatizar industrias se empezaron a comercializar en Castellón, Valencia y Alicante en los años 90. En ese momento se destinaban, sobre todo, a industrias con focos de calor interno, como las del sector plástico, cerámico, metalúrgico, de automoción, de madera y alimentaria. Fuera de estos, era una tecnología que estaba considerada como producto de lujo.
En la actualidad, los bioclimatizadores para naves industriales se han convertido en un servicio de necesidad por varios motivos:
- Han aumentado de forma significativa las temperaturas máximas y promedio en las últimas dos décadas, a consecuencia del cambio climático en el que estamos inmersos.
- Existe un diseño de naves industriales sin la ventilación adecuada para hacer frente a las cada vez más frecuentes elevadas temperaturas, que no cuentan con extracción superior ni inyección de frío en zonas inferiores.
- Hay una saturación del espacio industrial por el aumento de la actividad industrial y por el coste del suelo industrial.
Una tecnología que ha avanzado gracias al boca a boca
Confesamos que hoy día hay sectores que están instalando sistemas de bioclima para nosotros sorprendentes por su bajo precio y rendimiento. Es el caso de almacenes logísticos, concesionarios, gimnasios, crossfit y otras industrias sin focos de calor. Estos espacios han estado dominados por la climatización tradicional de compresor, a lo que se ha sumado la falta de un “lobby bioclimático” que facilitara la explicación de sus puntos positivos y ayudara a su implantación.
Pese a ello, la bioclimatización sigue avanzando en sectoresmuy diversos gracias a la experiencia de uso y al boca a boca de sus buenos resultados a bajo coste, de forma que su presencia se ha multiplicado se forma exponencial, especialmente en los últimos 10 años.
Así que de ser considerada una tecnología de lujo hace tres décadas, hemos llegado a un punto en el que es necesaria por la crisis climática en la que vivimos, pero también asequible: como demuestran los datos de diferentes casos de éxito analizados, la bioclimatización se amortiza rápido en una nave industrial y supone ahorros considerables de energía y de dinero al cabo del año.